CRUCERO PARA LAS BAHAMAS, ¡“RELAX” TOTAL!

CRUCERO PARA LAS BAHAMAS, ¡“RELAX” TOTAL!

Por: Ergio Guitian A.

Cruceros desde Florida

Desde Miami, Fort Lauderdale, Palm Beach y Port Canaveral, salen los cruceros a las Islas Bahamas. Los principales destinos son freeport Bahamas y nassau bahamas, aunque también visitan otros cayos. Los cruceros desde florida hacia las Bahamas pueden ser desde un día, hasta 5 días/4 noches.

cuanto cuesta un crucero?

Si te estas preguntando cuanto cuesta un crucero, te cuento que nosotros hicimos un crucero para las bahamas de 3 días/2 noches hasta freeport bahamas a un precio realmente increíble, menos de $ 300 por persona. Esta es otra actividad altamente recomendable para hacer, si tu destino es la Florida Central. Los de 4 noches que también visitan nassau Bahamas. El crucero para las bahamas tiene muy buenas ofertas en verano y otoño.

Nuestra experiencia.

A la una de la tarde del viernes llegamos al puerto de Palm Beach, después de registrarnos, entregar el equipaje, recibir las llaves del camarote y hacer migración, subimos al barco. Ingresamos por babor (lado izquierdo del barco) a un gigantesco lobby ubicado en el piso 4, donde nos informaron la ubicación de nuestro camarote y de las actividades en general durante el viaje. En el mismo piso del lobby, están el casino, el restaurante formal y dos discotecas, una para mayores de edad, de dos pisos, y otra para "teenagers", donde teníamos prohibida la entrada los adultos, algo que me causo mucha gracia.

En el piso de abajo, hacia estribor (lado derecho del barco) hay un café con grandes ventanales y vista al mar, otros dos restaurantes casuales, uno italiano y otro tipo buffet de comida internacional, además de varias tiendas "duty free.” Nuestro camarote ubicado en el 6to piso, hacia babor, tenía un gran ventanal hacia el mar y estaba equipado con una cama matrimonial, un pequeño escritorio y una neverita ejecutiva, así como un baño muy pequeño.

Después de cambiarnos, nos dirigimos a la cubierta de popa (parte de atrás del barco) donde está la piscina y ahí disfrutar de unas frías espumosas refrescantes, muy necesarias con el calor y humedad característico en el verano de la Florida. A las seis de la tarde, con puntualidad inglesa, zarpo nuestro barco. Ahí nos quedamos hasta después de las ocho para observar la puesta del sol, un espectáculo inigualable.

A las nueve y treinta de la noche teníamos reservación en el restaurante formal, así que tuvimos que apurarnos para bañarnos, vestirnos y llegar en hora para cenar. El ambiente era realmente acogedor, teníamos nuestra mesa reservada, para dos personas, junto a una ventana que daba hacia babor, mientras con una música de piano de fondo, degustamos nuestra comida.

Al salir del restaurante, nos dirigimos a cubierta y al poco rato nos informan a través del audio interno que el casino abriría a las doce, hora en que el barco llegaría a aguas internacionales. Pasamos un rato por allí para ver a otros pasajeros jugando y al poco tiempo nos dirigimos a la discoteca para "echar un pie" (bailar).  A las dos y media, nos retiramos hacia el camarote para descansar.

Al siguiente día nos despertamos como a las siete y media de la mañana. Al asomarme por la ventana ya se veía la isla Gran Bahama, bajamos a desayunar y como a las diez desembarcamos, ya que a esa hora era la salida de la excursión que habíamos escogido, con destino a un resort en freeport bahamas. Allí pasamos el día relajados a la orilla de la playa y al borde de una piscina que parecía una prolongación del mar, rodeados por un jardín muy propio del paisaje tropical. Como a la tres de la tarde almorzamos un delicioso pescado frito y después nos dedicamos a pasear por una especie de "mercado de las pulgas" adyacente al resort donde compramos algunos recuerdos del viaje, para ya a las cinco abordar el autobús que nos llevaría de vuelta al barco.

Después de subir a la embarcación, nos dirigimos directamente a la cubierta, donde al compás de la música de un grupo de "steel band", el barco zarpo a las 7 pm, donde nuevamente disfrutamos de otra alucinante puesta del sol, esta vez desde la proa, para más tarde ir a cenar, en el restaurante italiano y terminar la noche de nuevo en la gigantesca discoteca de dos pisos.

El domingo, después de desayunar, pasamos el resto del día en cubierta, en la piscina, disfrutando del día de navegación y las extraordinarias vistas en altamar. A las 6 de la tarde nuestro barco atraco en el puerto de Palm Beach, poniendo punto final a nuestra relajada experiencia.

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